sábado, 26 de mayo de 2018

Las clases de química (Cáp. 12)


Un brillo entró a través de las ventanas, alguien había descorrido las cortinas y ahora lo zarandeaba para despertarlo, cuando logró enfocar sus ojos vio a su hermana completamente vestida y arreglada.
 – Se hace tarde y te quedaste dormido, si no bajas pronto a desayunar perderemos el colectivo.
¿Qué había pasado? El reloj de la mesa nunca había fallado, y aunque normalmente se despertaba antes de que sonara o su madre lo hacía se había acostumbrado a su repiqueteo, tarde comprendió que estaba hecho pedazos junto a la cama. Seguramente durante la noche lo habría tirado, no era para menos, sus pensamientos habían estado muy inquietos y sus sueños se habían convertido en algo bastante alocado donde una sombra que los perseguía por todas partes; hasta llegar a la casa de Margye quién les trataba de hacer tomar un té para que la sombra se fuera; nadie le creía que había veneno en él y cuando Melany lo tomaba se transformaba en un conejo; por suerte al llegar a ese punto su hermana lo había despertado.
En cuanto Sophye salió se la habitación Dylan se cambió rápidamente, con cuidado puso a buen recaudo la bolsita de las piedras y fue a la cocina, unas pocas tostadas untadas con mantequilla lo aguardaban junto a un vaso de jugo de naranja fresco; sin duda su hermana ya había desayunado y limpiado todo, porque la mesa estaba completamente pulcra.
Tan pronto como pudo engulló el desayuno y llevó los trastes a la mesada donde luego los lavaría, su hermana ya había pasado junto a él y con una mirada desaprobatoria abrió la puerta y salió por ella, él la siguió tan rápido como pudo.
Estaban a solo dos cuadras de la parada, pero no tenían mucho tiempo y ambos se largaron en una carrera desesperada para llegar a tiempo, no lograron un respiro al sentarse porque el ómnibus dobló la esquina en ese instante y debieron subir deprisa
Dylan saludo a Billy, un compañero de clase que vivía a unas cuadras y que había sido de ayuda en un examen sobre ciencias naturales, y fue a buscar dos asientos vacíos al final junto a su hermana.
Ambos se bajaron frente al instituto y se separaron casi de inmediato; Sophye se fue con Melany y una chica rubia que no había visto antes; y Dylan se reunió con Catherine, Kyle y Stevens que lo estaban esperando.
Se saludaron normalmente y fue Stevens quién propuso ir a otro partido esa misma tarde; Dylan y Kyle se mostraron bastante entusiasmados, les vendría muy bien relajarse un poco después de todo lo que les había ocurrido, la única que no estaba muy complacida era Catherine.
 – Vamos – la incitó Dylan – luego del partido podemos ir a dar una vuelta o algo así, además Sophye aún tiene que acompañarme así no te aburrirás
No pareció muy convencida pero al final aceptó, más por el hecho que él se lo pidiera que por estar un rato con su hermana, siempre que pudiera invitar a Virginia, quién estaba muy enfadada porque la había evitado desde hacia varios días
 – Ella te culpa a ti – le murmuró a Dylan – como ahora estamos saliendo cree que no quieres que me encuentre con ella o algo así
 – Yo no tengo nada en contra de ella, es más, quizás es una de los guardianes y aún no lo sabemos – ambos se rieron del comentario – Nunca demostró ninguna habilidad ni te ha comentado nada ¿No? – Luego que Catherine negara con la cabeza agregó – Quieres que hable con ella ¿Verdad?
 – Es mi amiga, y no quiero que ustedes se lleven mal, no después de todo lo que está pasando
 – Está bien, después de clase hablaremos ¿Si? En estos momentos conviene estar tan unidos como podamos
Stevens y Kyle que le habían dado oportunamente de tener un poco de privacidad se acercaron.
 – Bueno, nos vemos más tarde, a la salida iremos directo al partido
Stevens se despidió yendo a su salón; los demás se dirigieron a los laboratorios, la primera clase sería de física y química.
 – Y por cierto, espero no te moleste, Pero Alan también irá hoy, se que es un muy buen goleador y arquero
Las palabras no le cayeron de manera agradable, como si algo viscoso y frío se deslizara por su cara, últimamente ese muchacho no le estaba cayendo muy bien, cada vez que veía a su hermana trataba de hablarle y, bueno, él era un hermano bastante protector últimamente.
Por suerte el trabajo de ese día consistía en un práctico, de manera que formaron grupos de a cuatro, Virginia se unió con ellos un poco resentida, y comenzaron a mezclar las soluciones y solventes de ese día.
Todo iba bien hasta que la profesora observó que Flor había quedado sola en el final del aula luego de que todos los grupos se formaran, no era de extrañarse, no le caía bien a las niñas porque le gustaba a varios chicos, aunque ninguno quería admitirlo públicamente, por lo que solía ser media rezagada al formas grupos y terminaba colocándola la profesora.
 – Ven aquí adelante, puedes unirte a uno de estos grupos – añadió señalando el grupo de Dylan y uno que estaba al lado.
Florencia se dirigió derecho a donde estaba Dylan, pero Catherine tuvo la discreción de asirlo cariñosamente del brazo de una manera que solo era perceptible para la recién llegada, cambió de dirección en un momento y se agregó al otro grupo completamente colorada y con una expresión de odio brillando en sus ojos marrón claro.
 – Esa fue una salvada – Les comentó Kyle entre las voces de los compañeros – muy bien echo Kathye
Lo miró agradecida y se puso a separar los ácidos y soluciones que tendrían que usar; Dylan sintió algo de remordimiento ¿Por que una amiga de la infancia le caía tan mal sin motivo? ¿Sería porque había descubierto que le gustaba? La miró de reojo en varias ocasiones, pero pensar estas cosas comenzó a marearlo y regresó su mente al trabajo
Entre todo prepararon y mezclaron las diferentes sustancias en las respectivas probetas. Virginia y Catherine se les daba muy bien la química he hicieron casi todo el trabajo; pero cuando la profesora se acercó debieron compenetrarse un poco más en el labor, de manera que Dylan comenzó a lavar y desinfectar los tubos que ya habían utilizado mientras Kyle preparaba el mechero para calentar una muestra que habían obtenido para corroborar el punto de ebullición.
Por suerte la profesora no tuvo nada que recriminarles, iban bastante avanzados, a diferencia del grupo donde Florencia se había unido, mas bien habían pasado el tiempo molestándola mientras ella hacía el trabajo, y para peor, no era muy buena; Dylan sentía un poco de lastima por ella ya que nunca había comprendido por que dejaron de ser amigos, después de todo se conocían desde muy niños cuando fueron vecinos, la idea regresaba una y otra vez a su cabeza.
Catherine por su parte no estaba muy contenta con que la maltrataran, pero como estaba celosa de ella porque era sabido por todos que también le gustaba Dylan; permaneció inmutable como si nada pasara, aunque miraba a su novio de reojo tratando de adivina sus pensamientos; por otra parte parecía que Kyle y Virginia habían encontrado algo en común, el desprecio por Florencia; de manera que se reían cuando algo le salía mal, lo que les valió un reto de la profesora.
Kyle se vio visiblemente malhumorado aunque Virginia seguía sonriendo por lo bajo.
De pronto la puerta se abrió y varios alumnos de otro curso entraron apresuradamente en el salón. Detrás de ellos entró otro profesor que habían tenido el año anterior; quién de inmediato se disculpó con la profesora indicando que esperaba que él salón estuviera libre.
Dylan no pudo seguir su charla porque Stevens se apartó del medio del grupo y fue hasta donde estaban ellos mientras los profesores criticaban la mala información y disponibilidad de laboratorios.
 – Ya sabía que ustedes estarían aquí, pero no he querido decir nada, al menos perderemos como 10 minutos de clase – Comentó con una sonrisa radiante, y luego viendo la cara de Kyle que seguía observando fijamente a Florencia le preguntó – ¿Y a ti que te pasa?
 – Es esa muchacha, no la soporto; no se que tiene pero simplemente no puedo ni verla
Dylan comprendía ese extraño sentimiento de desprecio, aunque no de una manera tan intensa
 – Simplemente me gustaría que derramara el acido sobre la mesa, solo por diversión. – resopló malhumorado
 – Vamos, no es para tanto, nunca nos ha hecho nada
Agregó Dylan pensando que con el ácido no se juega, pero con ello se ganó una mirada bastante severa de Catherine que le hizo pensar mejor las cosas
 – Bastaría con que solo rompiera un tuvo de ensayo, aunque solo fuera una base.
Todos rieron por lo bajo, pero los profesores ya habían terminado de discutir y las clases se habían disparado demasiado, comenzó a buscar a sus estudiantes que habían encontrado alumnos conocidos aquí y allá.
Quizás solo Dylan se dio cuenta de lo que pasó luego, justo cuando Stevens pasaba por la puerta se detuvo a despedirse, y miró durante un momento a Flor, en cuanto desapareció un grito y el sonido a vidrio roto surgió del grupo que estaba junto a ellos.
 – No ha sido mi culpa – exclamaba Florencia a una disgustada profesora que la miraba muy severamente – no he tenido nada que ver, mezcle todo como usted lo dijo y lo puse sobre el mechero, no se como ha pasado.
 – Pero muchacha, has derramado alcohol por toda la mesa, si no como lo explicas.
Ciertamente no pudo hacerlo y la valió unos días de detención, aunque el grupo tampoco estuvo muy contento porque reprobaron ese trabajo; que sucedió no había sido muy claro; Vanesa estaba enfrente cuando sea lo que sea pasara y no le dejo ver demasiado, pero fue como si el mechero se convirtiera en un lanzallamas que desparramo fuego por toda la mesa haciendo estallar las soluciones y reaccionar algunos ácidos, salpicando vidrios en todas partes… Pero lo importante de todo eso era, que en al cabeza de Dylan, Stevens había tenido algo que ver.

* * * * *

Decidió guardar sus dudas para si, podía estar perfectamente equivocado, de manera que a la salida se juntó al resto y esperó a su hermana, la cual apareció apresuradamente con Melany pegada a los talones, tenía la cara como si hubiera visto un fantasma.
 – Creo que Alan es uno de nosotros – comentó tratando de recobrar el aliento – Mel y yo lo vimos haciendo algo imposible
 – En realidad todos lo vieron Sophye, va a tener muchas dificultades para salir de esta
Los demás estaban ansiosos por saber más del tema pero apareció Stevens y tuvieron que callarse de momento, pero fue él quién sacó él tema nuevamente.
 – Chicas – comenzó dirigiéndose a Melany y Sophye – ¿Vieron lo que sucedió en la clase de manualidades?
 – Claro que lo vimos – Se defendió Melany – estábamos allí por si no lo sabes
 – ¿Que fue lo que pasó? – Preguntó Kyle bastante interesado
 – Alan me estaba molestando – explico Sophye – pero Naty y Patryck me defendieron, él no le pegaría a Naty, pero trató de golpear a Patryck que por suerte lo esquivó con uno de los movimientos de karate de los que siempre presume. Alan se cayó en el piso, cuando se levantó todos se reían de él; no parecía dispuesto a seguir peleando, pero estaba muy enfadado… fue entonces cuando sucedió… – Contuvo la respiración un segundo – descargó su rabia en el banco; le pegó un golpe muy fuerte, tanto que partió la madera y se deshizo en el piso; la profesora estaba escandalizada y le llevaron a la dirección.
 – Dios mío – replico Catherine – Eso quiere decir que él
Pero la mirada de todos la silenciaron, estaba Virginia y Stevens con ellos, además de un patio concurrido de estudiantes
 – Debe ser un chico muy fuerte
Todos sonrieron y Dylan fingió un berrinche de celos que convirtió las risas en carcajadas; cuando terminaron Stevens retomó la charla
 – Pero no lo es – replicó haciendo observaciones muy obvias – Es bastante pequeño y delgado, casi es asombroso que pueda levantarse cada día
Sin duda exageraba pero todos se habían acostumbrado a su pésimo sentido del humor
 – No se como pudo haber hecho algo así; quizás si llega al partido se lo pregunte. Por cierto, démonos prisa o llegaremos tarde
En el trayecto a la casa de Dylan trató de explicarle a su hermana que les vendría bien relajarse un poco a todos, de manera que era bueno que se divirtieran; y como Virginia había decidido acompañar a Catherine no se aburrirían y podían hablar prudentemente de cualquier cosa.
Mientras decías estas cosas recordó la promesa que le había hecho a Catherine de hablar con su amiga, así que cuando llegaron a la plaza donde el equipo estaba prácticamente formado tomó a Virginia de la mano y para sorpresa de ella la separó del resto; por suerte Catherine comprendió lo que estaba haciendo y convenció a los demás que los dejara hablar a solas
 – Mira Virginia, yo no…
 – ¿Me comporte como una tonta verdad? – Sin darle tiempo de hablar continuó – no te preocupes, se que Cat te pidió que hablaras conmigo; está bien; no es tú culpa; imagino que tendré que comprender que ahora pasarán más tiempo juntos y no querrán que yo ande con ustedes
Las palabras le temblaban mientras se encogía de hombros, pero tenía mucha razón, aunque los motivos no eran exactamente los que ella pensaba
 – Realmente fui una tonta, pero no tengo nada en tú contra – y sonrojándose ligeramente agregó – a mi también me gustas, pero si elegiste a Cat yo lo entiendo
Y con estas palabras dejó a un confundido Dylan junto a las gradas; tuvo que sacudir la cabeza para apartar esas ideas, de un momento a otro las cosas habían pegado un giro muy extraño, y se preguntó si Catherine sabría todo aquello, seguramente no; y por el bien de ambos, no sería él quién se lo dijera.
Corrió hacia el campo donde estaban todos reunidos a puntos de comenzar e inició el partido.
Tres horas después, mucho más cansados y con la ropa ligeramente transpirada comenzaron a dispersarse; como siempre Dylan, Sophye y Catherine tomaron el mismo camino, ya que ese día habían pasado a buscar a Melany directamente en la plaza.
Mientras caminaban Cathye intentó tomar el mismo rumbo que los días anteriores pero Dylan no se lo permitió.
 – Tienes que confiar en mi hermana – comentó por lo bajo pero dejando que ambas lo escucharan – de todas formas es muy lista y lo descubriría tarde o temprano.
 – ¿Que es lo que descubriré? ¿Qué me estas ocultando? – agregó mirando rencorosamente a Catherine
 – Ya lo verás – Respondió Dylan mientras caminaba – ya estamos cerca.
Y para asombro se Sophye se detuvo ante aquella enorme casa que más bien era una mansión pequeña; como Dylan lo había previsto su hermana sacó conclusiones de inmediato y sus ojos se iluminaron demostrando que había comprendido todo.
 – ¡Eres rica…!
Lo comentó con poco tacto, como si de pronto olvidara sus modales, pero se retractó lo mejor que pudo
 – Quiero decir, está es tú casa ¿Verdad? ¿Pero por que no lo dices y ya?
 – Ella no quiere que se sepa – agregó lentamente para que su hermana lo comprendiera mientras le pasaba un brazo por la cintura a una Catherine resignada – y se que no se lo dirás a nadie. ¿Verdad?
 – No, no se lo diré a nadie ¿Porque lo haría?
Luego de despedirse de una Catherine un poco más alegre, hermano y hermana se alejaron por la calle un tanto pensativos
 – Sabes elegir – comentó su hermana con sutileza – ahora comprendo por que nunca se iba por la misma dirección dos veces seguidas…
Sin embargo Dylan había estado pensando en otras cosas.
 – ¿Que piensas de Stevens?
Lo preguntó de pronto y sin intención, pero su hermana se sonrosó, no era la reacción que esperaba, pero no le cayó tan mal como debiera, de manera que la ayudó un poco
 – Quiero decir, quizás sea uno de los guardianes
 – ¿Por qué lo crees? – respondió rápidamente
Sin duda agradecida de que su hermano no se diera cuenta, aunque se conocían demasiado como para tener muchas esperanzas de que eso hubiera sucedido, de todos modos agradeció la indiferencia
 – ¿Le has visto hacer algo extraño? –cuestiono apartando las ideas de sus pensamientos
 – Puede que si, no los se; pero mañana debemos ir a la cañada del valle a ver a Elliott – Sin duda ella lo había olvidado – Espero que no te moleste que él nos acompañe
 – No, para nada; ¿Por que lo dices?
 – Porque tú tendrás que invitar a Alan
Y con una mirada de resentimiento hacia su hermano, pero con la convicción de que sabía lo que hacía, Sophye pasó rápidamente al lado suyo y se acostó sin cenar.