miércoles, 26 de octubre de 2011

Una reunión inesperada (Cáp. 06)


A mitad de la clase de ciencias sociales anunciaron que la profesora de Literatura se había retirado, los cual nos daba la última hora del día libre; era la ocasión ideal para halar con Catherine si se daba la oportunidad al menos.
En cuanto tocó el timbre tomó con prisa los útiles y se dirigió de inmediato a los baños próximos al patio exterior, era la única forma de evitar unos minutos a Kyle y poder hablar tranquilamente con Cat; entró en los haceos y se miró en el espejo destartalado de la pared; no tenía muy buen aspecto, posiblemente por haberse desvelado.
Pese a que estaba bastante fresco se lavó la cara y se mojó un poco la cabeza, y utilizando sus propios dedos como sepillo se acomodó el pelo de manera que quedara un poco más presentable, de inmediato se dio cuenta de lo ridículo que estaba haciendo y de lo evidente que sería al haberse mojado una tarde tan fría; pero ahora ya no podía arrepentirse.
Cuando regresó al pasillo comprobó que no había nadie, muchos aún estaban en clases y los que como él tenían las últimas horas del día libre se habían retirado o habían concentrado en la biblioteca para ponerse al día con algunos de los deberes dejados por los profesores, de pronto sintió remordimiento por las tareas extras que la profesora de matemática le había enviado, ahora que estaba más calmado le había parecido injusto que solo por ya haber terminado su tarea le enviaran a hacer más.
Salió por las puertas principales, con una sensación de vacío en el estomago que se estaba volviendo muy familiar, más allá de las escaleras estaba ella esperando y charlando animadamente junto a Virginia; en cuanto me vieron acercarme se despidieron rápidamente y Cathye se quedó sola; hoy estaba particularmente bonita con un lazo rosado sujetando su cabello y un saco a tono.
 – Hola
Se podía leer en sus ojos la vergüenza que había pasado unas horas antes, seguramente Virginia la había estado molestando al respecto; pero él era el único culpable y no había forma de cambiar lo que ya había pasado.
 – Disculpa lo que pasó en clase, no fue mi intención
No estaba muy seguro de que fuera una disculpa formal, pero él gesto que hizo con los hombros me dio ánimos para continuar
 – Necesitamos hablar – agregué con un hilo de voz, controlando los nervios y la tensión.
Me miró en silencio, como si las palabras sobraran, aunque resultaban muy necesarias; tenía muchas cosas para contarle, y muchas preguntas para hacerle, además, según el niño de mi sueño debían acompañarme a un sitio del cual ni siquiera estaba seguro que existiera.
 – Que bueno que nos tocó la última hora libre – agregó con su tono calmado dándome la oportunidad de iniciar la charla, aunque no estaba muy seguro de cómo debía empezar; no quería parecer demasiado brusco pero quería evitar haberme hecho ideas de una mala impresión.
 – Lo que sucedió la otra noche – traté de comentar
Pero reaccionó con un gesto de los más extraño, como si nos estuvieran mirando con atención y temiera hacer algo de lo que se arrepintiera toda su vida.
 – no se que fue – agregué
Definitivamente no me había explicado de la mejor manera porque ahora me miraba de otro modo, como si la hubiera insultado y además hubiera atropellado a su mascota favorita.
 – ¿Qué quieres decir?
 – Quiero decir, no se que significó para ti
¿Por que nunca enseñaban este tipo de cosas en vez de aglomeraciones demográficas? Sin duda le sacarían mucho más provecho a las horas de Ciencias sociales.
 – Por mi estuvo bien
Ahogó las palabras con una sonrisa y un además que permitió que su cabello se abanicara, no había quedado nada en claro, pero al menos no estaba molesta y eso le daba esperanzas.
 – Si, ya lo creo
Sin dudas no podrían sacar nada más de aquel tema, aunque no estaba muy seguro de si habíamos “quedado” o no, de todas manera la situación se estaba convirtiendo en algo muy vergonzoso, y era mejor cambiar de tema.
 – ¿Si quieres nos sentamos? – Agregué mirando los bancos junto a las ventanas de las aulas vacías de nuestra derecha, aquellos que estaban junto al salón de literatura ahora desocupado – Tuve otro sueño extraño.
De pronto la tensión se esfumó, ella sonrió nuevamente y juntos fueron a sentarse, como si nada hubiera pasado y fueran amigos de toda la vida; quizás más que amigos.
En unas pocas palabras le contó todo lo que le había sucedido en su sueño, omitiendo claro el principio en donde ella y él aparecían tomados de la mano, algo le advirtió que seguramente ella no disfrutaría tener nada que ver con sus habilidades para controlar los sueños, pero marcó con atención el hecho de que se juntarían cinco de los guerreros en un lugar de sueños o algo parecido, esto es lo que más los desconcertaba hasta el momento.
 – ¿Conoces algún lugar así? – me preguntó – ¿Algún lugar como los que has soñado?
 – No, para nada – agregué mirando mis manos sin saber que decir
Jamás había estado en una playa adonde el agua fuera roja o en un sitio lleno de lava, y seguramente eran más pesadillas que sueños. Pero de pronto alguien apareció corriendo por las puertas y se acercó a ellos
 – ¡Dylan!... disculpa, pero iremos a jugar fútbol a la plaza ¿No quieres venir?
 – No, hoy no puedo – pero la frase había sonado muy comprometedora
Sentía la presencia de Cat esperando algo más ya que él la miraba a ella con cierta complicidad reflejada en la expresión; debía distraerlo un poco.
 – ¿Por que no van a jugar a la cañada?
 – Está demasiado frío, y no queremos mojarnos si la pelota cae al agua, de todas maneras si terminas – Guardo un segundo de silencio mirando con atención a Catherine – Estaremos allí hasta las diez, puedes darte una vuelta si quieres
 – Si, quizás lo haga – ya se estaba yendo cuando recordó algo importante – Hey, Stevens, irá Kyle con ustedes
Por un minuto tuvo la esperanza que le contestar que sí, pero se estaba acostumbrando a no hacerse demasiadas ilusiones.
 – No; me dijo que iría a jugar a su casa con alguien un juego de los que le trae su padre
La respuesta le heló la sangre, Cathye lo miraba con interés, cuando de pronto se le iluminó la cara y su sorpresa fue sustituida por una sonrisa
 – ¿Qué te sucede? ¿Tienes que marcharte?
 – No, acabo de descubrir cual es el lugar del que me hablaba ese niño, no Stevens no, él de mis sueños – Agregó cuando ella lo miró preocupada – La cañada que pasa por el valle, tiene que ser allí; Todo mundo dice que cuando llega la primavera es como un cuento de hadas o como un sueño; ¿Donde más podría ser?
Ahora que la idea le palpitaba en las venas de la frente parecía algo completamente claro y se preguntaba por que no se había dado cuanta antes; él mismo había estado allí muchas veces y siempre que pudiera regresaba aunque fuera a estar un rato en paz consigo mismo.
 – ¿Y piensas ir hasta allí?
 – Claro que si, no es demasiado lejos – ella lo miró asombrada, cuando menos tendrían media hora de camino a un paso ligero – Vamos, ¿O tienes algo mejor que hacer? ¿No quieres salir de dudas? Podremos regresar antes que oscurezca.
Ella estaba asintiendo cuando escucho que su hermana lo llamaba, estaba llegando a su lado junto a Melany, ahora recordaba que si él iba ella tendría que acompañarlo, no era una travesía exactamente segura, él mismo se había luxado un tobillo en una ocasión, y su hermana está ahora a su cuidado.
 – Hola Mel, oye Sophye, tenemos que ir hasta la cañada del valle; ¿Tú irás a casa de Mel hasta que regresemos?
 – En realidad Mel vendrá a casa con nosotros – he hizo énfasis en las últimas palabras – Mamá dijo que te acompañara y fuéramos juntos a todos lados
Esto se estaba volviendo algo fuera de control, una cosa era ir a solas con Cat, lo que sin duda hubiera disfrutado ya que habría tenido más oportunidades de charlar, incluso quizás la besarla nuevamente; pero su hermana ya era un tema aparte, y encima la acompañaría Mel; nada podía resultar peor, o por lo menos eso pensaba cuando apareció Kyle.
 – Hola, ¿Qué es esto, se están reuniendo y no me invitaron?
 – No, pero hoy no podré ir a tú casa, tenemos que ir hasta la cañada
 – Pero si él partido será en la plaza
 – No iremos al partido – Agregó Cat
De pronto pareció que Kyle había comprendido algo que a Dylan se le había pasado por alto.
 – Ya veo, espero que vosotros dos la paséis bien – dijo mientras hacía una ridícula reverencia como su fuera un caballero medieval.
 – Mel y yo también iremos – Agregó Sophye, y los ojos de Kyle se iluminaron
 – ¿Puedo ir?
Su actitud había cambiado de inmediato y se había erguido en toda su estatura, aunque aún le llevaba unos centímetros; no tenía motivos para impedírselo, además era obvio que el hecho de que Melany viniera con nosotros era un factor muy importante y de su pleno interés
 – Por mi está bien, pero partamos ya antes que sea demasiado tarde
Melany también se mostró mas alegre a emprender el camino acompañada por las locas anécdotas de Kyle, pero de pronto Alan, un compañero de la clase de su hermana los alcanzó
 – Hey Sophye, quieres venir a casa, alquile unas películas para ver con unos amigos
 – Hoy no puedo, tengo que ir con mi hermano al valle de la cañada – agregó poniéndose inexpresiva, algo bastante poco común en ella que resultaba abierta y simpática con todo él mundo
 – ¿De verdad? ¿Puedo acompañarlos?
 – Claro que no, tienes que ir con tus amigos a ver esas películas ¿o no?
No supo bien por que, pero sin duda a su hermana este chico no le caía nada bien, jamás la había visto tan seria, ni siquiera cuando se enfadaba; se ve que Alan también percibió el peligro, así que se disculpó rápidamente y se alejó a largos pasos; de pronto sentimos como si todos tuviéramos urgencia por partir, y emprendimos él camino.
No conversamos demasiado, todos estábamos ensimismados, excepto Kyle y Melany que charlaban animadamente, Sophye los miraba complacida y de vez en cuando participaba de la charla; mientras tanto Cat y yo íbamos a la cabeza bastante cayados. De pronto me dijo algo como si fuera un simple comentario sin importancia
 – Somos cinco
La observación era inocente por donde se lo mirara, ni siquiera mi hermana que la había escuchado comprendió a que se refería, pero me había dado cuenta de inmediato; “cinco guerreros llegaran hasta mi”.
Si, eran cinco, pero también había que considerar que era una enorme casualidad, él solo pensaba ir con Cat; los demás jamás habían estado en sus planes; no se había atrevido a revelarle sus sueños a Kyle o a su hermana; sin embargo ahora que lo pensaba ya había sospechado de Sophye cuando se había curado tan rápidamente esa mañana; y Kyle, seguramente su habilidad tendría algo que ver con su buen oído, ya le había demostrado lo inusual que resultaba y lo útil para espiar a personas, incluso con una pared de por medio.
Cat y él eran obvios porque ya habían charlado al respecto; ¿Pero que tenía que ver Melany en todo esto? ¿Ella también tendría alguna habilidad oculta? ¿Cuál sería? O quizás pudiera leer la mente como él, se volvió de manera descuidada para observarla pero estaba distraída en la charla.
 – Si, somos cinco – agregué absorto en esos descabellados pensamientos y continuamos el viaje escuchando a Kyle como había vencido al villano nivel 12 de su “Mutilador” para PC.
Lo primero que advertimos para saber que estábamos llegando fue el sonido del agua corriendo entre las piedras, poco después pudimos ver el llano donde el valle aún conservaba su verdor. Pese a encontrarse bastante adentrado el invierno, esa era una de las cualidades mágicas de ese valle; era como si el otoño y el invierno nunca llegaran por completo a aquel lugar.
En fila cruzaron el pequeño puente de madera que unía ambos lados y se quedaron admirando aquel sitio, siempre provocaba el mismo efecto en sus visitantes, sin importar cuantas veces hubieran estado allí; por eso era tan frecuente entre los escasos turistas que visitaban el pueblo, normalmente de lugares cercanos.
 – ¿A que hemos venido hasta aquí? – Preguntó Melany largando un suspiro mientras Kyle seguía mencionando sus habilidades en la computadora – a sido un camino bastante largo.
No lo sabía, simplemente no tenía idea de que esperaba encontrar en ese lugar, solo había ido hasta allí, confiando en un niño desconocido con el que había soñado; debía estar loco por haber hecho semejante cosa; pero ahora estaban allí y no tenía caso regresarse de inmediato.
Se sentó en silencio sobre el pasto junto al agua, y tomando unas piedras las arrojó con fuerza tratando de hacerlas picar sobre la turbulenta superficie, no tuvo mucho éxito y se hundían sin remedio. Cat se sentó junto a él, bastante cerca como para que se pusiera nervioso, y le tomó la mano.
Solo por eso, sin lugar a dudas, había valido la pena el viaje, aunque tuvieran que regresarse sin haber encontrado a ningún chico rubio.
A su derecha los demás los imitaron, su hermana le dirigió una amplia sonrisa de satisfacción antes de ponerse a charlar con Mel y Dylan sobre las clases de ese día
De la nada apareció una pequeña ardillita que nos miraba con curiosidad; de pronto se acercó hasta nosotros más curiosa de lo habitual, ya que estos animalitos solían ser desconfiado por los chicos agresivos que frecuentaban esta zona.
De pronto detrás de ella apareció una segunda ardilla, seguida de lo que parecía un pequeño puercoespín; al momento unos pájaros pequeños y azules se acercaron y volaron hasta posarse en los hombros de Melany quién quedó sorprendida.
Poco a poco varios animales de la selva empezaron a surgir de todos lados y se acercaban nosotros, pero en particular estaban encerrando a Mel.
Aunque un poco nerviosa por el inesperado comportamiento de esos animales, los cuales Kyle miraba con los ojos entornados, mi hermana con una sonrisa complacida los tomaba en sus manos y los acariciaba con cariño.
Sin duda algo que era completamente inusual estaba ocurriendo, fue tan inesperado como un balde de agua fría, de alguna manera esa era su habilidad, tendría algo que ver con los animales.
Mi hermana seguía sonriendo mientras trataba de tomar alguno de aquellas ardillas peludas que andaban a su lado; y aunque al principio desconfiaban terminaban convenciéndose de que no les haría ningún daño.
 – Mel siempre es así, su casa siempre está llena de animales perdidos que van hasta allí, desde que la conozco nunca vi que el perro de Alan la atacara, y has visto lo bravo que es.
Ahora todo estaba claro, los cinco tenían alguna especie de habilidad, estaba reunido en un lugar de sueños, sobre todo ahora que un montón de animales los rodeaban, solo faltaba que el niño apareciera; por un minuto miró el camino que venía del lado del pueblo pero no vio a nadie, sin duda se había equivocado.
Cat lo miraba a los ojos, estaba contenta rodeada de esos animales, el más incómodo era Kyle que parecía no llevarse bien con estos peludos amigos que le estaban quitando la atención de Mel; pero fuera de eso todo estaba en perfecta calma, y podía haber seguido así si no hubiera comenzado a soplar un viento irregularmente fuerte he inesperado que espantó de inmediato a todo los animales.
Miraron a uno y otro lado pero la luz del sol aún se colaba sin dificultades entre las ramas de los árboles; Dylan estaba atento en las ondas del agua cuando algo lo sorprendió y no pudo evitar llamar la atención de todos para que miraran lo que sucedía.
Un pequeño remolino se estaba creando frente a ellos arrastrando consigo pequeñas piedras y hojas desperdigadas hasta que una gran burbuja comenzó a surgir ante sus propios ojos, y dentro; como si todo aquello no fuera lo suficientemente inexplicable, sonreía un niño con el pelo rubio matizado por destellos plateados, y una mirada perturbadora con sus pupilas doradas; simplemente estaban aterrados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Todo comentario utilizando lenjuage inapropiado será eliminado

Toda critica constructiva (buena o mala) sera aceptada y se tendra en consideracion todo aporte para corregir errores ortograficos, ya que lo que se estara subiendo es el borrador original de la trilogia.

PD: para dejar tu comentario redactalo aqui debajo en el cuadro correspodninete, completa el codigo para comprobar que eres humano y selecciona la opcion "Nombre/URL" (a menos que tengas cuenta en Gmail), escribe tu nombre y dale "Publicar Comentario"...

Gracias por tu tiempo