martes, 29 de noviembre de 2011

La abuela de Melany (Cáp 08)

 Evidentemente esto no había sido así, afuera aún brillaba el sol y estaba todo absolutamente tranquilo como cuando se habían marchado, si es que eso es lo que habían hecho; pero Dylan no tuvo más que una fracción de segundo para descubrirlo; ya que, como comprobó luego, si entrar hacía que el tiempo entre una dimensión y otra fuera más largo, salir lo invertiría; por lo que al cabo de unos momentos adicionales se habían convertido en la base de una pila humana con las narices en el suelo.
 Melany que había sido lo suficientemente afortunada de ser la última se encontraba encima de los demás tratando de pararse, y fue la primera en hablar.
 – ¿Que demonios a sucedido? ¿Por qué se quedaron en ese lugar?
 – No tuvimos tiempo – Acotó Catherine tratando de quitarse a Sophye de encima y ayudándose a parar junto a Kyle – se ve que al salir debemos hacerlo más espaciados con más tiempo entre unos y otros, al revés de cuando entramos.
 – Si
Agregó Kyle sacudiendo el pasto que se le había pegado en la ropa y revisando un raspón que tenía en la mano con la que había amortiguado el golpe
 – sin duda es algo que tenemos que tener en cuenta si pensamos volver a entrar en ese sitio
 – ¿No piensas regresar?
Respondió Melany, logrando que Kyle se diera cuenta del error inmediatamente, pero sin darle la oportunidad de que se redimiera
 – Yo estoy esperando saber más de todo esto – agregó –, no sabía que los animales y yo nos llevábamos bien por estas… habilidades que tenemos, pensé que solamente era, no se, suerte… – de pronto se regreso a Dylan y Sophye – Así que tú puedes parar el tiempo, eso a de ser verdaderamente útil si estas llegando tarde a algún sitio
Eso provocó que Catherine le sonriera complacida, ya lo había demostrado para llegar rápidamente a la biblioteca y salvar a su mascota
 – Y tú puedes… espero que… que no hallas
Se estaba sonrojando como últimamente había visto hacerlo a Catherine con frecuencia, sin lugar a dudas comprendía fácilmente a que se refería, él tenía la misma sensación cuando estaba frente a Elliott
 – No he leído tus pensamientos, no que recuerde al menos… y menos con intención, aún no puedo controlarlo y…
Pero haber completado por ella la frase no ayudó a convencerla, al contrario, seguramente ahora ya no confiaría en el
 – Bueno, solo lo hice accidentalmente y muy pocas veces, lo único que se hacer bien es manejar mis sueños
Esto seguramente tampoco había contribuido a tranquilizarla como le había pasado anteriormente con Catherine.
 – Si, bueno, eso está bien – aunque a Dylan le hubiera gustado haber tenido más tacto – en cuanto a Sophye, ya sabia que se curaba rápidamente; lo habíamos charlado algunas veces aunque en ese entonces no le dio importancia, y Kyle – se giro hacia el – Kyle puede oír cosas desde muy lejos…
De pronto se sonrojó, y por la mente de Dylan pasó la fugaz idea de que ella hablaba usualmente con su hermana, lo suficientemente lejos como para que nadie “normal” oyera esas charlas, pero ahora se estaba preguntando si realmente habían sido privadas.
Durante un segundo creyó saber que tipo de cosas hubiera deseado que no escuchara, pero como Kyle nunca se había dado por aludido de que Melany sentía algo por él, posiblemente esas charlas aún fueran solo conocidas por ella y su buena amiga Sophye.
 – En resumen es lo que acaba de decirnos – Reconoció Dylan – creo que el viernes estaremos todos aquí para saber más, además – agregó mirando alrededor – creo que no ha pasado el tiempo aquí afuera, si no ya debería haber anochecido, hemos estado ahí dentro por horas – todos cayeron en cuenta de la razón que tenía
 – También fue interesante lo que dijo de nuestros abuelos – agregó Sophye – ya que nuestros padres nunca nos han dicho que ellos supieran algo que nosotros no; según ese chico uno de nuestros abuelos tiene alguna habilidad como la nuestra, sería genial hablar con ellos; quizás fueran capases de aconsejarnos, o decirnos como podemos mejorar o controlar nuestras… habilidades.
 – Nosotros no podremos hacerlo – aseguro a su hermano – mamá no quiso que la acompañáramos, y nuestro abuelo…
No terminó la frase, el silencio se extendió entre ellos y él viento los atravesó de una manera melancólica.
 – Mis abuelos viven muy lejos – agregó Catherine – no creo que pueda hablar con ellos; solo los visitamos una vez al año, en las fiestas; y ellos vienen a casa cada – lo medito unos minutos – unos cinco años, además no se quién de mis abuelos halla podido ser – no supo como completar la frase – nunca escuché a mis padres hablar de ello, supongo que lo han mantenido en secreto, no es algo que irías contando por ahí, ¿o sí?
 – Podríamos hablar con mi abuela Margye, ella siempre fue diferente y nunca le cayó muy bien a mi madre, me decía que tenía costumbres muy raras
Catherine la miró asombrada, sin lugar a dudas parecía que la hubiera ofendido y Sophye se quedó en silencio, seguramente ya conocía a la abuela de Melany, y como estas no se trataban con frecuencia debido a sus padres; pero todos los demás se mostraron entusiastas ante la idea de visitar alguien así, implorando que por favor le explicara que quería decir exactamente con “diferente”; ella accedió a contarles lo poco que sabía mientras regresaban al pueblo.
 – Yo iba de pequeña, ella siempre se daba cuenta cuando me sentía mal o estaba enferma, incluso, en una ocasión, fue quién le exigió a mis padres que me hicieran ver del pecho porque le parecía que respiraba mal, – permitió un pequeño silencio antes de proseguir – no estuvieron muy contentos, incluso el médico quedó perplejo cuando descubrieron que estaba generando una pequeña infección a causa del asma o algo así en los pulmones, ni siquiera sabíamos que tenía asma, según ellos era imposible detectarla hasta que se encontrara avanzadas la infección, en cuyo caso sería mucho mas difícil de tratar, que debían ser padres muy atentos por haber notado algo raro en mí, nunca le dijeron al médico que había sido mi abuela pero de algún modo, ella lo sabía.
En este punto hizo un alto, Sophye la miraba extrañada, nunca le había contado que sufriera de asma, y tampoco quería contarles ahora que luego de esa revisión, la abuela le había dado a tomar un te extraño que al cabo de varias visitas la curaron por completo, para satisfacción de sus padres y de los desconcertados médicos que no comprendían como sus medicamentos habían actuado en un plazo tan corto
 – ¿Aún tienes asma? – Preguntó Kyle – porque no has parado a descansar ni un minuto en todo el camino
 – Como dije, los doctores me atendieron a tiempo y pudieron solucionarlo, aunque mi abuela ayudó bastante
No tenía por que decirles todo, pero de pronto recordó otra circunstancia que le había llamado la atención
 – Recuerdo también una ocasión en que mi abuela despertó por la noche – en silencio la miraron alentándola a continuar – yo dormía en una cama al lado suyo y también me desperté, me dijo que no pasaba nada pero que tenía un presentimiento y debía acompañarla; cuando llegamos abajo el perro que ella tenía, creo que se llamaba Veldye Wotty, estaba temblando y había vomitado en la cocina; me sorprendió verlo así ya que esa mañana había estado muy saludable jugando conmigo. De pronto me pidió que le hiciera compañía mientras ella buscaba unas medicinas, me dijo que era buena con los animales y que él estaría más tranquilo si le rascaba tras la cabeza. Yo pensé que iría por unas pastillas o algo así; pero regreso con un montón de yuyos del invernadero; los picó con la mano delante de mí y los envolvió en una hoja, y con dificultad se la metió en la garganta al pobre perro, que parecía que le estuviera por dar un ataque, se tragó a la fuerza lo que le pusieron en la boca, y durante unos segundos pensé que vomitaría de nuevo por las arcadas que hacía; sin embargo se quedó quieto. Pensé que se había muerto, hasta que de pronto y sin aviso intento pararse y tambaleándose se fue hasta la perrera que estaba en una esquina; en ese momento no lo comprendí, pero sea lo que sea que le dio ese día lo salvó – y agregó reflexionando más para si misma que para los demás – y desde entonces me gustaron más que nunca los animales.
La historia los había dejado anonadado, todos trataban de explicar de alguna manera la curiosa manera de curar al animal; pero ella lo había presentido, se había despertado de alguna manera y con unos yuyos que cultivaba lo había sanado; solo las curanderas solían tener invernaderos con plantas medicinales, y era poco probable que si el perro estaba tan grabe tuviera una recuperación tan inmediata, debía saber muy bien lo que hacía.
Gran parte del trayecto se hizo en silencio; sopesando las palabras que acababan de escuchar; sin duda había sido más que casualidad; y si esto era cierto visitar a un mayor con experiencia y conocimiento de “habilidades” difíciles de explicar les resultaría de mucha ayuda para entender que estaba sucediendo, fue Kyle quién lo propuso de manera inesperada.
 – Tendríamos que ir a la casa de tú abuela y preguntarle al respecto, quizás puede ayudarnos
Dylan no comprendió si lo hacía para comprender más sus habilidades o solo por el hecho de tener buenos motivos para pasar más tiempo con Melany; de cualquier manera decidió no pensar en eso, desde las charlas con Elliott temía que todos fueran capaces de leer sus pensamientos.
Por suerte Melany no tuvo inconvenientes ante el entusiasmo expresado por todos en general, a su abuela le gustaría recibir visita ya que poca gente llegaba por su casa, sobre todo desde que su familia se había alejado de ella, llevaba cuando menos cinco años sin verla y seguramente se sintiera muy sola; de esta manera llegaron al pueblo y acordaron ir allí en cuanto salieran del colegio al día siguiente, porque la tarde estaba llegando poco a poco a su fin y no podían ir a molestarla sin aviso
Melany la llamaría en cuanto llegara a su casa para avisarle que iría ha hacerle una visita con unos cuantos amigos, y por supuesto tendría el cuidado de no revelar las intenciones de tan inesperada visita.
Kyle fue el primero en separarse en llegar cerca de su casa; a tan solo unas cuadras de allí de despidió de todos, aunque dedicó una mirada especial a Mel que le respondió con una sonrisa, Sophye sonrió a su vez con aire se suficiencia, seguramente se encargaría de que lo que debía tomar bastante tiempo se llevará a cabo en pocos encuentros más, así era ella, o por lo menos eso estaba descubriendo.
Dylan solo podía estar contento por su compañero, después de todo era un muy buen amigo y Mel era una buena chica, harían una buena pareja juntos.
Siguieron en silencio por la calle, antes de terminar la cuadra inesperadamente Catherine le tomó de la mano, no sin evitar una sonrisa logrando que Dylan se avergonzara inmediatamente, pero supuso que eso daba por resuelto lo que había entre ellos; algo que no era precisamente una simple amistad, disfrutando de la frescura de la noche, tranquilo consigo mismo y mucho más contento de lo que había estado en los últimos años, continuaron andando despacio como si no llevarán ningún apuro por terminar tan grato paseo.
Podía escuchar los comentarios de Melany y su hermana, seguramente les daría que hablar, pero como ella y Kyle se gustaban, al menos tenía recato de no avergonzarme temiendo una próxima venganza, más aún si podía leerle la mente lo cual la tenía bastante preocupada, ya que temblaba si la miraba fijo demasiado tiempo.
Cuando nos acercamos a la casa de Catherine cambiamos la dirección para alejarnos de su barrio, y al cabo de unas cuadras nos despedimos con un beso, seguramente esa noche no existiría ningún niño extraño que fuera capaz de apartar los pensamientos de ella, aunque se tratara de un guardián de la dimensión. Con una cara eufórica la vio alejarse una cuadra y doblar en la esquina, esperando seguramente que nos alejáramos para regresar hasta su casa.
 – No sabía que vivía por acá – Interrumpió Sophye – cuando la encontramos estaba en otra dirección – añadió mirando el barrio por el que habíamos pasado recientemente
 – Seguramente pasó a comprar algo o a visitar algún pariente de aquel lado
 – No sabía que tuviera más parientes en el pueblo
Pero la mirada atenta de su hermano le advirtió que era mejor callarse, así que dio el tema por resuelto y continuaron el trayecto hasta su casa.
Dylan no lograba quitar la sonrisa empalagosa que Cat le había dejado grabada en el rostro, pero no era importante, todo estaba saliendo bien, perfectamente bien, solo esperaba que al llegar a su casa ningún teléfono sonara trayendo malas noticias de parientes enfermos; últimamente se había acostumbrado a que las cosas buenas eran seguidas por cosas realmente malas.
No acababan de abrir la puerta cuando el aparato comenzó a sonar de manera enloquecida. Dylan en su desesperación por atenderlo esperándose lo peor dejó caer el llavero bastante lejos de la mesa, mientras Sophye se ponía completamente blanca, seguramente ella también estaba preocupada; la única que no le comprendía que sucedía era Melany que tranquilamente cerró la puerta, junto el llavero que dejó sobre la mesa y se sentó en una silla mirando a su amiga que se hamacaba impaciente.
Sophye aún pálida miraba el pasillo, y resultó sorprendida cuando su hermano regresó con una sonrisa bastante relajada en el rostro.
 – Era tú madre, pasa a buscarte en un rato, dice que hace rato que llama y le he dicho que fuimos a hacer un mandado y no le habíamos escuchado – omitió mencionar lo extraño que le había resultado que una caminata hasta el almacén le agitara tanto, ya que había atendido el teléfono con completa desesperación, excusándose con haber perdido un programa que deseaban ver a causa de la mucha gente que había en el comercio
La paz y la calma regresaban al ambiente, mucho mas tranquilos se sentaron en la mesa y se pusieron a charlar repitiendo las aventuras del día y planeando que podría llegar a descubrir al día siguiente con la abuela de Melany; una bocina de la calle los interrumpió y Mel se marchó junto a su madre; ambos chicos quedaron solos mirándose fijamente aún sin comprender todo lo que les había pasado; sin dudas aún tenían muchas cosas de que hablar, pero al hallarse los dos solos el cansancio se había hecho muy notorio y ambos deseaban más que nada irse a dormir.
Ya se estaban levantando cuando el teléfono sonó nuevamente, cruzaron una mirada nerviosa y ambos sintieron que el piso se movía debajo de ellos, corrieron por el pasillo pero Dylan fue el primero en tomar el auricular.
Del otro lado una voz cansada los saludaba, era su madre para avisarles que había llegado sin problemas, de momento su abuela no estaba en un peligro grabe, había dicho, pero inmediatamente se había puesto a llorar.
Sophye que lo miraba completamente trastornada, incapaz de escuchar esperaba algún comentario que la relajara, pero como estos no llegaban comenzaba a ponerse nerviosa; Dylan por su parte se había quedado sin habla mientras escuchaba los ecos apagados del llanto de su madre.
Ella se disculpó tratando de reponerse, advirtiendo que era una tonta por comportarse de esa manera; pero que los médicos no sabía que era lo que estaba pasando y como remediarlo, que la abuela había caído en un sueño profundo parecido al coma y no lograban despertarla, y lentamente, como si tuviera que confirmar lo peor, agregó que su piel tenía un aspecto extraño, como si se hubiera quemado al sol, y que los doctores estaban preocupados.
Dylan trató de calmar a su madre, pero Sophye que estaba a su lado se mostró muy preocupada al escuchar a su hermano con toda clases de consuelos, de esta manera le pidió el tubo para hablar ella.
Por suerte la madre fue lo suficientemente prudente para no comentarle demasiado y solo aclarar que la había encontrado dormida, y que los doctores no sabían bien que sucedía. Momentos después colgó.
Una sensación de culpa recayó sobre ellos aunque hasta hace un momento no hubieran podido creer que ellos mismos estarían involucrados.
 – ¿Crees que si nos enfrentamos a la oscuridad ella se mejorará?
Esto no se le había ocurrido; jamás había pensado que personas se pondrían en peligro y que de ellos dependería que tan bien librados salieran. Pero asintió para calmar los temores de su hermana; había mucho de que hablar, pero luego del susto el sueño ahora caía sobre ellos sin contemplación, bostezaron casi al mismo tiempo y decidieron irse a dormir un poco temprano, después de todo, al día siguiente podía esperarles una aventura increíble.

6 comentarios:

  1. Te adoro kevin subiste el ocatvo cap... me gusta mucho tu historia... sami :* ;)

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    1. y yo q me preguntaba quien era sami ... jajaj mil gracias corazon!!!

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  2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  3. amore cuando vas a subir los demas capitulos??

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