(re-subido con correcciones)
Subía una escalera larga e interminable, las penumbras atravesaban las ventanas y teñían las paredes interiores de luces y sombras.
La puerta al final del corredor dejaba ver una pequeña hendidura de claridad, se extendía sobre los escalones y se reflejaba sobre un espejo agrietado.
Estiró la mano con un pensamiento reprimido que le golpeaba las sienes, sabía lo que habría al otro lado, siempre era igual.
Unos segundos de espasmo… seguidos por una sonrisa empalagosa que se dibuja en su mirada inocente e infantil
Todo lo que hubiera deseado se encontraba en aquella habitación; un equipo de sonido estéreo; una computadora de última generación; juegos de video, reproductores, nintendos, una cama elástica, balones de fútbol firmados por sus equipos favoritos; un televisor gigante, una cama enorme digna de un rey y una mesita de noche con un retrato pequeño sobre ella: una foto vieja de un niño, una niña y sus padres.
La otra puerta de la habitación se abre de repente, como lo esperaba, una silueta la atraviesa con total naturalidad, proyectando una segunda sombra en la habitación iluminada.
– Papá – Exclama en un susurro de cariño y comprensión, mientras, se abalanza a los brazos robustos – te extraño cada día papá.
– Lo sé pequeño, mi pequeño; lo sé; pero hoy no podemos quedarnos a charlar, alguien quiere verte
Sus miradas se cruzan, un dejo de extrañeza recorre al muchacho, esto era nuevo, jamás había pasado
– ¿Que sucede papá? ¿Ocurre algo malo?
– No, sólo es alguien que necesita hablar contigo, presta atención Dylan, me dijo que era importante, que pronto lo comprenderías, está esperando… tras la puerta – señalando por dónde unos cuantos momentos había entrado – No te preocupes y ve, no creo que tenga mucho tiempo
Miró con avidez a su padre; normalmente solo tenían unos minutos juntos y nunca le había pedido que viera alguien más; sin duda todo eso no era usual; pero aun así, decidió no tenía nada que perder…
– Veré que quiere y volveré, no te vayas
– Sabes que no estaré cuando regreses, quizás nos veamos mañana; no te preocupes por mi – tras estas palabras hizo un gesto paternal indicando que se diera prisa.
Sin pensarlo, la puerta se abrió de par en par, Dylan entró, mejor dicho, salió a través de ella. Con un golpe seco se cerró tras sí y desapareció en el aire.
Con los ojos desmesuradamente abiertos miró a su alrededor, jamás había estado allí, ni en ningún sitio que se le pareciera, el cielo tenía un tinte anaranjado, iluminado por él resplandor de lo que parecían dos soles inmensos.
El suelo era árido, torrentes de lo que parecía lava volcánica se arrastraba espesamente por ellos, unos árboles muertos adornaban las distancias y un sonido gutural hacía ecos de las montañas lejanas.
Pese a los brotes de llamas desperdigados por aquel terreno, el frío calaba los huesos, algo no marchaba bien.
Un pequeño niño lo miraba desde lejos, parecía descalzo, envuelto en una túnica blanca, parado tranquilamente en medio de una isla rodeada de llamas y magma.
– ¿Dónde estoy? – gritó sin saber a quién estaba cuestionando, pero decidido que ese joven extraño era la persona con quién debía hablar. Con rapidez acortó la distancia, cuando estuvo lo suficientemente cerca para distinguirlo con claridad, comprendió que era más excepcional de lo que había creído en un principio…
No tendría ni 8 años, el pelo extrañamente rubio, con destellos plateados, cubría su cabeza en bucles cortos, sus ojos, dorados con un tinte naranja, lo hacían ver mayor, de alguna manera singular, pero sus manos y pies débiles, acompañados por la piel extremadamente blanca, daban la sensación de que jamás hubiera salido de su cuarto, aunque, con ese aspecto, no era de extrañarse que normalmente se hallara recluido.
– Eres Dylan – aseveró el niño – tú padre te mandó a que hablaras conmigo
No era una pregunta, por un momento se le ocurrió que esto no podía estar pasando, una sensación de miedo y confianza que se relacionaban al chico desamparado que tenía en frente surcaron tenazmente su cabeza; él no debía saber quién lo había enviado.
– Si, eso creo – contestó alzando la voz, haciéndose escuchar sobre él ruido de succión que despedía la viscosidad que los separaba.
– Te ha dicho que debo hablarte, lo cual es cierto – la seguridad de sus palabras le estaba erizando los pelos de la nuca ¿Cómo podía tenerse tanta confianza? – no tenemos mucho tiempo…
– Pero ¿Qué sucede? ¿Qué haces tú acá? – esa pregunta le había estado carcomiendo de hacía rato, por lo menos, desde que lo había encontrado…
– Estos son tus sueños – eso ya lo sabía ¿En qué otro sitio podría encontrarse con su padre que llevaba dos años fallecido? – ahora estamos en Acnaar, mi nombre es Elliott; me han enviado para que sepas que la hora se acerca.
– ¿La hora?
Eso no estaba en los planes, solo quería charlar con su padre ¿De dónde había salido este niño? ¿De qué estaba hablando? nunca había oído hablar de Acnaar o un lugar parecido, todo estaba formándose extraño, además ¿De qué era la hora? ¿De despertar?
– ¿Qué quieres decir? – insistió confundido
– Pronto se celebrará el aniversario de una gran guerra; los 7 guerreros de la tierra, benditos por los dioses, deberán enfrentarse a Laureen, el Heraldo y sus discípulos; evitando así que todo lo que conoces desaparezca.
Esto estaba impacientándolo, nada tenía sentido, simplemente este sueño se había salido de control, debía despertar y comenzar de nuevo, era una de las cosas que había descubierto; podía dormir y despertar a voluntad, así como controlar con qué y quién soñaba; claro que está vez algo había salido mal, cerró los ojos y pensó en despertar, nada sucedió
– ¿Por qué no puedo…?
– ¿Despertar? Porque aún no me has escuchado, debes entender tú misión. Tienes que reunir a los guerreros, el tiempo se agota y deben prepararse; protegerás estas lágrimas, demostrarás quién eres y así podrás cumplir tú primera misión.
Con un gesto de la mano, varias estrellas brillaron en el firmamento aún claro y se dirigieron como estrellas fugaces dispuestas a envestirlo, pero se detuvieron lentamente y flotaron entorno al niño, luego, desfilaron hasta las manos abiertas de Dylan; con la cara de sorpresa las tomó con cuidado.
– Cuando estés con sus dueños los cristales los llamaran; pronto sabrás todo lo que debes hacer, solo es cuestión de tiempo, pero no lo olvides; el tiempo es algo que no tenemos ¡Ahora despierta!
Realmente profundo y complejo, perfecto para ersonas asi, colaboro con esta firmita, esperando ansioso la continuacion....Vamos Kevin!!!!!
ResponderEliminarmuchas garcia spor el apoyo, espeor que la historia los atrape como lo hizo conmigo
EliminarSi.. el chico/a de arriba tiene razon, esta muy buena la primera parte, pero qiero ver como sigue, si, tiene mucho talento ese chico, Kevin..=)
ResponderEliminargarcia spor tu opinion espeor que hallas leido los otros capitulos ya subidos
EliminarKevin. Tienes buen estilo para la escritura. Tenemos amigos en común ahí en Colonia. Te quiero decir algo, con afán constructivo. Ten cuidado con los tiempos verbales. cómo los usas. Cuando escribas secuencias descriptivas usa pretérito imperfecto, cuando quieras "que avance la narración" usa pretérito perfecto simple. No es conveniente que en un avance "cortes" con otra secuencia descriptiva.Los manejos de los verbos en fundamental en una estructura narrativa, Muchos puntos y coma no son pertinentes. Espero lo tomes a bien esto. Todos somos aprendices.
ResponderEliminarGracias por el consejo, en mi "estilo" personal la puntuacion es bastante marcada, pero es algo propio del estilo de mi escritura, ya que doy significados a los silencios...
Eliminaral margen de eso no se si me esta sjuzgando solo por este unico capitulo o por todos en su totalidad, ya que como se aclara al inciio d ela pagina este es el "borrador" no el trabajo temrinado, y se nota presisamente mcuho en los primeros 7 capitulos, dodne ni siquiera se habla simpre en tercera persona, si noq ue hay partes donde la narracion esta en primera persona, como si el escritor fuese el personaje principal. son cosas que psoteriomente se corrigieron
PD;: no tengo ni idea cules osn los ptreteritos esos, nunca se me dio bien esa area de la gramatica ni mcuho menso el nombre de cada cosa, apenas la lleve con "sujeto y predicado"
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarKevin: No fue mi intención juzgarte. Leí todo, quizás no me expresé bien, pues no hago referencia a la persona, sino al tiempo verbal. Disculpa...
ResponderEliminarno tomo a mal que me juzgues "en ese sentido" tu critica fue contructiva y positiva intentando mejor loq ue he publicado ¿que hay de malo en eso? el puntod e indicar cunato hbias leido era por el tem ante smencionado, de primera y tercera persona, ya que es incongruente y tienede a confundir a la persona, ya a partir del 7mo capitulo me parece nos e da más y queda fijo en 3ra persona.
EliminarReapcto a los tiemmpos vervales, no recuerdo bien a como iba la historia y tendria que volver a releerla prestando atencion a elo para ver si encuntro loq ue tu dices (no quitaria q seria adecuado un ejemplo) pero como dije tb anteriormente, los pteteritos no se me dan bien a duras penas que recuerdo esa pañlabra, ni hablar el significadod e los timepos vervale sy esas cosas, asi q es propenso a tener fallos de algo que en materia no se me da nada bien
no hay nada que disculpar, aportaste una critica y eso es bueno, de mi parte, gracias
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCorazón de tinta, para las palabras maravilloso realmente... :-) Miki Cavalli
ResponderEliminarji ji esta es "la introduccon" donde te da un pequeño vsitazoq ue loq ue va a pasar en al historia es bastante para normal,a mi me gusta definirla como una "novela romantica y fantaseosa" espero que la disfrutes y si tienes minutos libres comentes alguna critica de lsoc apitulos a medida que vallas lleyendo
Eliminar